Cuantas veces rechace aquella ayuda que tú me dabas siempre que yo estaba mal.
Cuantas días llore en solitario sin que tu te enteraras auque yo siempre te decía que estaba bien.
Conatos momentos a tu lado intentando que no me cayera una simple lagrima, fingiendo esa sonrisa que tu siempre me reclamas. Pero hoy esa sonrisa reclamada y esas risas que con cual quier cosa nos conformábamos para reírnos un buen rato se han ido y a causa de eso a aparecido esa lagrima.
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